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SOBRE CHINCHES
SOBRE CHINCHES
Los triatominos están clasificados dentro de la subfamilia Triatominae, familia Reduviidae y orden Hemiptera. Son conocidos con varios nombres en diferentes regiones como chinche o chinche besucona en México; vinchuca en Argentina, Chile, Uruguay y Bolivia; chipo o pito en Venezuela y Colombia; chinchorro en Ecuador; chirimacha en Perú; y barbeiro en Brasil.
El ciclo de vida de los triatominos se compone de las siguientes etapas: huevo, cinco estadios ninfales y adulto.
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Huevo: Los huevos poseen un recubrimiento que les permite adherirse a diversas superficies. Es elíptico y con un opérculo, por donde emerge la ninfa. El período de incubación oscila entre 6 y 17 días.
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Ninfa: La ninfa de primer estadio, que no tiene alas, emerge del huevo y posteriormente pasa por el segundo, tercer, cuarto y quinto estadio. Al llegar al quinto estadio, se transforma en adulto y desarrolla dos pares de alas.
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Adulto: Los triatominos adultos pueden vivir varios meses, e incluso más de un año. Aquí presentan alas y genitales completamente desarrollados. Las hembras cuentan con un aparato ovipositor.
El ciclo de vida completo de los triatominos varía de 6 a 24 meses, dependiendo de la especie y las condiciones ambientales.

Las chinches adultas presentan las siguientes características morfológicas:
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Tamaño: Son insectos grandes, midiendo entre 2.5 y 3 cm, aunque su tamaño puede oscilar entre 5 y 40 mm.
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Color: Tienen un color oscuro con manchas amarillas, pardas o rojizas.
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Alas: Poseen dos pares de alas, donde las anteriores son coriáceas y las posteriores son membranosas.
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Abdomen: Su abdomen está compuesto por 11 segmentos, siendo los últimos los que forman las genitalias.
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Genitalias: En los machos, la genitalia es redondeada, mientras que en las hembras es triangular y sobresale del abdomen.
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Conectivo: El conectivo, que es la parte que rodea el abdomen, presenta un patrón de manchas que varía en color y forma según la especie.

Hay especies de chinches que se han adaptado para vivir dentro o alrededor del domicilio, ellos están cerca de la cama, en las grietas de paredes, en tejados de casas, en gallineros, corrales y almacenes. Muchos de estos lugares son zonas rurales y suburbanas, pero también existen en la periferia de zonas urbanas que colindan con la vegetación o algún río. Normalmente se ocultan durante el día, y por las noches atraídos por la luz artificial empiezan su búsqueda por sangre de animales o humanos.
En ausencia de luz, estos insectos detectan las señales químicas de sus huéspedes, como el dióxido de carbono, el ácido isobutírico, el octenol y el ácido láctico. Sin embargo, la atracción hacia el dióxido de carbono no es tan significativa para los triatominos. En cambio, la radiación térmica del hospedador es crucial, ya que les permite a los triatominos localizar los vasos sanguíneos de su huésped y alimentarse de manera más eficiente.
En los países americanos donde la enfermedad es endémica, la transmisión del parásito ocurre principalmente a través del contacto con las heces y la orina de chinches infectados. Estos insectos se alimentan de sangre y, mientras lo hacen, defecan y orinan cerca de la picadura. En estos desechos se encuentran los parásitos, que pueden ingresar al organismo al rascarnos o a través de las mucosas de los ojos, nariz o boca. Las chinches suelen picar las áreas más expuestas de la piel, como los brazos o la cara. Las picaduras son indoloras, ya que la saliva de los triatominos posee propiedades anestésicas y anticoagulantes.
Hasta el año 2024, se han documentado a nivel mundial 158 especies de triatominos, de las cuales 155 están vivas y tres están extintas, distribuidas en 18 géneros y cinco tribus. México se destaca como uno de los países con la mayor biodiversidad de triatominos en América, con un total de 34 especies. En contraste, Colombia y Venezuela tienen registradas 23 especies, mientras que Ecuador presenta 17. No obstante, Brasil lidera con 63 especies.
En México, se han registrado aproximadamente 34 especies pertenecientes a nueve géneros, como se muestra en el siguiente cuadro la lista de cada una de las especies con su respectivo descubridor y año.
De las 34 especies, entre 16 y 19 especies son de importancia médica debido a su estrecho contacto con los humanos. Estas especies, conocidas como "domiciliadas", se han adaptado a vivir en nuestros hogares y tienen la capacidad de transmitir el parásito de manera eficiente.

Las especies principales de triatominos, como Triatoma dimidiata, Triatoma longipennis, Triatoma mexicana y Hospesneotomae barberi se encuentran en asentamientos humanos, afectando tanto a comunidades rurales como urbanas. Además, se ha observado que especies como Triatoma rubida y Hospesneotomae protracta prefieren las áreas urbanas. Esto demuestra que el hábitat de los triatominos se ha adaptado a la urbanización en diversas regiones, resaltando su notable tolerancia a los ambientes modificados por la actividad humana.
Triatoma dimidiata suele ingresar a los hogares de forma accidental, por ejemplo, a través de la leña que los campesinos llevan a sus casas. Además, estos insectos pueden colonizar activamente las viviendas desde hábitats selváticos o domésticos, ya que se desplazan en cualquiera de sus etapas de desarrollo y los adultos tienen la capacidad de volar. Este triatomino, aunque es más común en áreas rurales, también se puede encontrar en entornos urbanos. La tendencia a invadir zonas urbanas aumenta debido a la pérdida de su hábitat natural y la presencia de animales domésticos, como perros y gallinas, así como de fauna salvaje, como el tlacuache (Didelphis marsupialis), cerca de las viviendas.
La duración del ciclo de vida de Triatoma dimidiata, desde huevo hasta adulto, puede diferir entre poblaciones. En la siguiente figura, se presentan los días correspondientes a una población de chinches de la Costa del Pacífico de México, según lo indicado por Nogueda-Torres et al. (2021).

Triatoma dimidiata se originó en algún punto de Centroamérica y posteriormente se dispersó por toda la región, llegando al norte hasta el centro de México y al sur hasta el oeste de Ecuador. En la actualidad, Triatoma dimidiata sensu lato forma un complejo que incluye al menos tres especies genéticamente diferenciadas. Este complejo se sostiene gracias a las variaciones en la estructura de las antenas, la morfometría de la cabeza, el análisis de hidrocarburos cuticulares, la citogenética y la morfometría de los genitales masculinos. Este complejo de especies desciende de un ancestro común (linaje monofilético). Cada haplogrupo muestra variaciones morfométricas y en la forma de la cabeza y el pronoto.

Por otra parte, dependiendo del lugar, los triatominos tienen diferentes nombres en México, como chinche besucona, chinche papalota, chinche palota, chinche hocicona, chinche de piedra, pik, Triatoma.
Nombres comunes de las chinches por estado en México según Salazar-Schettino et al. (2005).
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